viernes, enero 20, 2006

Remedio para una rara sensación que me intimida un poco.



Y me había despertado observando el horizonte gris: la fomedad de un nuevo día, la despensa vacía, la ropa sucia, los vecinos hijosdeputaquemetenbulla, cuando como por encantamiento se me aparecieron tus pantorrillas y decidí que sería mejor volver a dormir, suplicando la posibilidad de un sueño en donde tus piernas que lloran fueran mi desayuno, almuerzo y cena, y la despensa llena, y los vecinosunverdaderoencantolostipos, y el día está maravilloso para ir a visitarte, a pesar de los casi 3 años que nos separan de aquel día de julio en que me dijiste "es mejor que te vayas".