Intrusos
El sábado llegaron las hormigas a mi casa. Las sorprendí mojándose en el lavaplatos, a la caza de los restos del almuerzo. Cada día más voraces, las hormigas no me simpatizan, aunque algo de envidia me dan porque saben bastante de materialismo histórico, y avanzan ordenaditas hacia la consecución de sus objetivos. Lo malo - motivo por el cual no sería hormiga - es que me parecen fomes (tal vez me equivoque, esto es a penas la impresión de un NO-Hormiga). Para mí que andaban en búsqueda de los restos del tirano. "Pa'l otro lado queda eso. Aqui sólo encontrarán poesía y vasos que se estrellan y la risa de los niños", les dije para que se fueran. Sin embargo, de regreso de la compra del pan y del aperitivo de la tarde, ellas continuaban allí, indiferentes. Preferí, entonces, encogerme de hombres, tomar de la mano a Valentina e invitarla a sentarnos mientras escuchábamos a los Rita Mitsouko. JAJAJAJA, reímos al unísono, "pobrecitas, las hormigas no saben nada de música!!".
3 Comments:
Las hormigas....odiosas convidadas de piedra que llegan junto con las primeras pepas de sandía, cáscaras de choclo con restos de humitas y cuescos de durazno...
Buena idea exorcizarlas con música!A ver si esta temporada logro que las muy brutas aprendan algo de bossa nova.
Cariños,
La Reina del Nilo insectívora.
PD: Si por ventura no lo hubiera hecho aún, léase el encantador cuento "Las Hormigas" incluido en los Relatos de Cortázar.
... decía Charly que algo sabían. Acaso no compusieron "El Rap de las Hormigas"?
O ná que ver?
pero que nos hacen estas indefensas criaturas, que solo aparecen en verano, y donde quedo el concepto de la organización, de juntos ´podemos..aaaa....
jejeje....
salud
con una lagrimas negra en mi mejilla
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