jueves, noviembre 30, 2006

Funitas

En el camino Las Bodegas, pueblo de Hospital, el vecino del huerto 13 no ha cortado la maleza, ni las ramas de los pinos que cuelgan hacia la diminuta vereda mal construida por el contratista chanta que se robó el cemento y la arena, lo que agudiza mi lamentable alergia y por eso estamos como estamos.
Los camiones y automóviles - incluso las motitos de los rotitos - del mismo caminito de tierra, hacen caso omiso del letrero que reza "Avance lento, camino poblado". Entonces, los afuerinas, los de más allá, los que circulan en vehículos de todo tipo, se burlan haciendo chistes del tipo "ahí van los empolvados, jajajaja". A mi no me gustan los empolvados. Prefiero el alfajor o chilenito. Son menos huevoncitos.
Ñuñoa, noviembre 2006.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Mejor los palomos de Curacaví, oiga....

Tan cargado al dulce que lo han de ver, don Romero!

Cariños con manjar para Ud.

La Reina del Nilo pastelera.

5:08 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Tan molesto que puede llegar a ser el polvo, a veces.
.
Qué contrariedad!

11:53 p. m.  

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