martes, noviembre 28, 2006

Pecado Capital: Gastronomía en poemitas.

Si quiere y puede, pase a almorzar a París con Londres, toda la esquina, entrada por París.
Algunas buenas razones:
Panqueques al plato, la mitad del mundo relleno con jaiva y salsa ad-hoc, la otra mitad, un amazonas de verduras picaditas finitas por manos que saben (eso se nota); en la superficie, queso derretido, otro poco de rallado, ambos de buena calidad. Las señoritas que atienden, verdes todas en sus uniformes de salvadoreñas, solícitas, amables, atendiendo con la parsimonia y delicadeza de los angeles. La mesa, redonda, con una panera colmada con distintas variedades de pan, cuyo destino feliz será el de ser untados en salsas varias, mantequillas de colores y pebre dulzón, mientras ellas, sacerdotisas de los placeres del buen comer, flanquean nuestro goce detrás del mostrador, recibiendo risueñas, poemitas escritos en servilletas. Se recomienda el disfrute acompañado de jugo natural de fruta de estación y algunos amigos. No se recomienda coquetear con las sacerdotisas del lugar. Nosotros, sus amigos, las vimos primero.

3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

escriba en voz baja, no levante la voz, no vaiga a ser cosa que se expanda la voz de ese templo cuidado por las secerdotisas y lleguen volando todo tipo de aves de rapiña.

8:31 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Ese templo no podría estar mejor custodiado. Semejantes gárgolas, fieles y leales como mastines en celo, disfrutan egoístas y sibaritas de extraordinario lugar y bella servidumbre.
.
"He de ir" - dijo el poeta.

9:48 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Yo quiero, yo quiero!!!!

Pagaré tributo en dicho templo gastrónomico, una vez recibido el aguinaldo pascuero...

De que promete, promete...qué quiere que le diga

La Reina del Nilo sibarita

5:07 p. m.  

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