jueves, enero 13, 2005

...correspondería, entonces, el próximo año entrante, volver a intentarlo: al menos en el empeño empleado, no defraudaremos. Y me importará un bledo si te quejas, o si disfrutas a más no poder con los pleonasmos y con las conjeturas, y con tu hermana que sigue coleccionando estampillas. Qué irrisoria realidad diré, a penas te vea cruzar la calle del campanario, con tu falda diminuta y tu desmedido vaivén. De seguro encenderé un cigarrillo, mientras juro que nunca más, que jamás nunca, que este corazón estará blindado para tí, que ya no me conmueven ni los pelos de tu espalda, ni la navaja fría de tu poesía violenta...

* extracto de "Confesiones", primer borrador de las futuras memorias de Juanito Riverón.